En una conferencia, la filósofa e historiadora estadounidense Hannah Arendt, explicaba la banalidad del mal con un ejemplo imaginario: Vaciar en el suelo un vaso de agua sin cuestionarlo, sería solo un acto insignificante, pero si todos los allí reunidos hacían lo mismo, el suelo se inundaría. "Lo banal es eso", concluyó, "una acción pequeña que multiplicada y aceptada sin reflexión, crea un daño enorme". "El mal, no siempre viene de grandes actos, sino de la indiferencia colectiva".
(Fuente: Visto en las redes)

No hay comentarios:
Publicar un comentario