5 de mayo de 2024

Cuando el emir se entere ...

"Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones al Señor; y tú perdonaste la maldad de mi pecado." (Salmo 32: 1-5)

Un hombre llamado Karim trabajaba para un poderoso emir. Este poseía un gran parque repleto de aves exóticas entre las que destacaba por su belleza un pato de una especie extremadamente rara que era el animal favorito del emir. 

Un día Karim vio algo saliendo de un matorral y, sin pensarlo, disparó su honda. Cuando se dio cuenta de que había matado al pato del emir se asustó y, pensando que nadie le había visto, enterró el ave. Por supuesto enseguida se supo que el pato había desaparecido y todo el palacio comenzó a buscar al animal por todas partes, pero todo fue en vano. A pesar de todos los esfuerzos nadie lo encontró. El emir estaba terriblemente enfadado. 

Unos días después el cocinero del palacio le pidió a Karim que fuese a buscar agua de lo fuente, a lo que este se negó. Entonces el cocinero le susurró al oido "Cuando el emir se entere de quien mató al pato ...". Asustado, Karim no tuvo otro remedio que obedecerle e ir hasta la fuente a por agua. Por supuesto el cocinero aprovechó la situación para exigirle todo tipo de servicios, mientras repetía su amenaza "Cuando el emir se entere ..." y Karim no tenía más remedio que obedecer. 

Todo siguió más o menos igual hasta que un día Karim no pudo aguantar más. Asustado fue y se postró a los pies del emir, confesó lo ocurrido y, para su sorpresa, el emir le perdonó. Karim no cabía en si de gozo.  Liberado de su angustia, salió del palacio del emir y se encontró con el cocinero, quien le pidió que fuera a buscar agua. Karim se negó y, cuando el cocinero repitió la misma amenaza de siempre, Karim le respondió sonriente "Lo sabe !y me ha perdonado¡". 


"De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado... Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres." (Juan 8: 34-36)

Al igual que Karim, el ser humano está atrapado y condenado por su pecado. Pero podemos ir confiadamente al Señor, sabiendo que Él no nos rechazará. Antes al contrario, está dispuesto a perdonar todas nuestras faltas y darnos vida eterna. 

"Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro." (Romanos 6: 23)

"... al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios." (Salmo 51: 17)

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