6 de abril de 2025

Locos


¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo? Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.” (1 Corintios 1:20-21)

En “La gaya ciencia” Nietzsche nos presenta a un loco que va buscando a Dios con una linterna por la plaza del mercado. Ante las burlas de la gente este hombre exclama “Dios ha muerto. Dios sigue muerto. Y nosotros lo hemos matado. ¿Cómo podríamos reconfortarnos, los asesinos de todos los asesinos? El más santo y el más poderoso que el mundo ha poseído se ha desangrado bajo nuestros cuchillos: ¿quién limpiará esta sangre de nosotros? ¿Qué agua nos limpiará?”. Aunque el objetivo de Nietzsche distaba mucho de acercar al hombre a Dios, lo cierto es que las palabras del loco son una descripción bastante buena del problema de nuestra sociedad, del hombre actual. 

Y es que hoy en día nuestra sociedad ha elegido apartarse voluntariamente de Dios. Matar a Dios. Molesta su consejo, molestan sus mandamientos y molesta, sobre todo, que nos diga que no todo nos conviene, que no todo es bueno. Porque la biblia nos dice “¡Ay de los que a lo malo dicen bueno y a lo bueno malo; que hacen de la luz tiemblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!”  (Isaías 5:20). Nos habla del pecado, de nuestra condición de pecadores, “Por cuanto todos pecaron…” y de las consecuencias de esa condición de pecadores “… y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23). Y el hombre ha elegido. Ha elegido llamar a lo malo bueno y a las tinieblas luz. Y a elegido matar a Dios para no oír su voz. 



Pero la biblia da respuesta a la pregunta del loco “¿Quien limpiará esta sangre de nosotros?, ¿Que agua nos limpiará?” Y precisamente esa respuesta es nuestra predicación “… nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios y sabiduría de Dios.” (1 Corintios 1:23-24). 


1 comentario:

Anónimo dijo...

Que bonita reflexión,. Dios os bendiga.