25 de agosto de 2024

Una de Einstein

El famoso físico Albert Einstein sufrió serias descalificaciones en Alemania por su condición de judío. En una ocasión se unieron un grupo de científicos que publicaron el manifiesto “Cien autores en contra de Einstein”. Él simplemente comentó “¿Por qué cien? Si estuviese equivocado con uno solo bastaría”. 

Cuando Jesús tuvo su ministerio en esta tierra fue perseguido con saña por los fariseos. Aquellos que precisamente esperaban su llegada. Podemos ver a lo largo de los evangelios como se acercan a Jesús no buscando en Él las señales que debían identificar al mesías ni escuchando su palabra, sino buscando tentarle. “Entonces los fariseos, oyendo que había hecho callar a los saduceos, se juntaron a una. Y uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó por tentarle, …” (Mateo 33-34). Llegan incluso a llevar ante Jesús a una mujer adultera, una vez más no buscando hacer justicia sino “Mas esto decían tentándole, para poder acusarle” (Mateo 8:6). Sin embargo cada vez que lo intentan el resultado es el mismo “Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros” (Mateo 8:9). No pueden encontrar nada, y terminan humillados y avergonzados ante Jesús. 

Por ello nos dice el evangelio de Mateo que “Entonces los principales sacerdotes, los escribas y los ancianos del pueblo se reunieron en el patio del sumo sacerdote llamado Caifás, y tuvieron consejo para prender con engaño a Jesús, y matarle” (Mateo 26:3-4). Habría bastado una sola vez, un error, una equivocación, !un pecado¡, pero no pudieron hallarlo y en lugar de entender y aceptar que Jesús era el Mesías prometido. En lugar de alegrarse por que “… hoy ha venido la salvación a esta casa;” (Lucas 19:8-10), eligieron usar engaños para detener a Jesús y matarle. 

Bien sabemos que hoy en día la figura de Jesús, y la de los cristianos, sigue siendo algo molesto que hay que destruir como sea. Tergiversando su mensaje, con mentiras, con burlas … Pero aún así su mensaje de salvación sigue ahí, para todo el mundo. Para que todo aquel que le busque de corazón pueda alcanzar el perdón de pecados y la vida eterna. 

"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." (Juan 3:16)


18 de agosto de 2024

Información privilegiada (I)


Tener información privilegiada te permite jugar con ventaja. En el mundo de la inversión, saber que a una empresa le van a conceder un contrato muy importante, o va a obtener una patente revolucionaria, te da la oportunidad de comprar, o vender, antes que los demás y obtener grandes beneficios. Más cercano a nuestra realidad, por lo menos a la mía, saber que una carretera está en obras te permite elegir con tiempo otra ruta y librarte de un atasco. O enterarte de que en una empresa ha surgido una vacante te da la oportunidad de postularte antes que los demás y aumenta tus posibilidades de obtener ese puesto. Si tienes una información privilegiada puedes anticiparte a algún suceso futuro y obtener por ello un beneficio personal. 



Lamentablemente ese tipo de información no acostumbra a estar disponible para todo el mundo, por eso se la considera “privilegiada”. La biblia, aunque esto pueda sorprenderte, contiene mucha información privilegiada. 

En primer lugar, la biblia te dice que eres pecador. "por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23). Por supuesto es muy posible que esto ya lo sepas y te sea indiferente, pero ten en cuenta que también te avisa de que por tu pecado estás apartado de Dios. 

¿Y a ti que más te da? Bueno, en realidad tendría que preocuparte porque la biblia también avisa de que se te juzgará. "Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio," (Hebreos 9:27). Se te juzgará, sí. Y esto es lo malo que, como vimos antes, todos, tu y yo incluidos, somos pecadores y la biblia dice con claridad que "... la paga del pecado es muerte ..." (Romanos 6:23)

Así que aquí tienes algo de información privilegiada. Dios sabe que eres pecador, y se te va a juzgar por ello. Malas noticias. Pero cuando hablábamos de este tipo de información decíamos que lo bueno era que te permitía anticiparte y obtener un beneficio personal ¿recuerdas? ¿Y donde está aquí el beneficio? 

Bueno, Dios no se limita a decirte que vas a ser condenado, también te dice, y esto es lo más importante, que ha puesto un medio para que puedas obtener vida eterna. "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna." (Juan 3:16). 

Sí, Dios envío a su hijo a este mundo para que todo aquel que crea en Él, obtenga la vida eterna. Por su amor puso un medio para que tu puedas ir a ese juicio con la certeza de que el pago de tus pecados ya fue realizado por Cristo en la cruz. 

Ahora tienes información privilegiada ¿Que vas a hacer con ella? 




 



11 de agosto de 2024

Dios es amor


"El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta." (1 Corintios 13:4-7)

Cada uno tiene diferentes necesidades que, generalmente, son fruto de circunstancias personales. Y digo generalmente porque el pecado también genera en nosotros necesidades que realmente no lo son. Pero eso es otro tema. 

La cuestión es que, independientemente de cuales sean nuestras circunstancias personales, todos tenemos una necesidad en común. Amor. 

Da igual quien seas, donde vivas, cual sea tu situación personal, tu capacidad adquisitiva. Da igual cuales sean tus logros personales, tus estudios ... Necesitas amor, saberte amado. Y todos entendemos que una vida sin amor es una vida oscura y terrible. 

La biblia nos habla del amor perfecto. Ese amor que se describe en el conocido texto de 1 Corintios con el que iniciamos esta entrada. Un amor sin envidia ni prepotencia. Que no es interesado, sin rencor, dispuesto a sufrir, dispuesto a esperar. Un amor tan, tan perfecto que, bien lo sabemos, nos es ajeno. A los hombres nos es imposible amar así. 

Pero la biblia también nos dice que Dios es amor. Y su amor, este sí, es perfecto. Tan perfecto que aún cuando no hemos hecho nada para merecerlo Dios, por su inmenso amor, envío a su hijo a este mundo a morir por nuestros pecados. Para que por ese sacrificio perfecto pudiéramos tener vida eterna. 

"Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él." (1 Juan 4:7-9)

4 de agosto de 2024

El privilegio más grande

 

¿Te imaginas poder vivir la experiencia de ganar un premio importante? Te hablo de ganar un Oscar, un oro olímpico, un Nobel… Algo así. O que alguien realmente importante haga una comida y te invite personalmente. A ti. De entre todas las personas del mundo te elige a ti para cenar con él. Menudo privilegio. Lo malo es que, normalmente, para que te den un premio de esos tan importantes hay que ganarlo. Y para que alguien realmente importante te invite a su mesa pues, normalmente, tienes que ser tan importante como él o, con bastante frecuencia, tienes que tener algo que te hace necesario para sus intereses. Y no sé tu, pero en mi caso no creo que nunca tenga opciones ni para ganar uno de esos premios tan importantes ni para que haya ninguna persona realmente relevante que me tenga en su lista de invitados para su próxima fiesta. 

Pero hay un privilegio aún mayor que todo eso. Haber conocido a Jesús. Y aún mayor que eso, haberle conocido, que Él te hablase y que, personalmente, te dijera “Tus pecados te son perdonados”. Jesús se lo dijo a muchas personas, a la mujer pecadora en casa de Simón el fariseo (Lucas 7:36-50), a un paralítico (Marcos 2:1-12), a Zaqueo (Lucas 19:1-9)… Muchas personas tuvieron el inmenso privilegio de que Jesús mismo les dijese que habían sido limpiados de su pecado. 

Hoy en día, aunque esperamos su regreso, Jesús no está físicamente en esta tierra así que esa maravillosa experiencia que vivieron Zaqueo, el paralítico y otras muchas personas no nos va a ser posible disfrutarla. Pero Jesús sigue dándonos la oportunidad de que nuestros pecados sean perdonados. 



La Biblia dice “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.” (Efesios 2:4-9). En este texto nos está diciendo que Dios, por medio de Cristo, nos da vida. Y que aún cuando por nuestros pecados estábamos muertos, Él nos resucita, y nos invita a sentarnos junto a Él por todo la eternidad. El privilegio máximo que es que Jesús te diga “Tus pecados te son perdonados” todavía está a nuestro alcance. 

Si aún no has dado el paso de entregarle a Él tu vida, este es un buen momento para orar y decirle que eres pecador, que aceptas ese sacrifico perfecto de Cristo en la cruz, y que quieres que Él habite en tu corazón. Si lo haces será como si Jesús mismo te dijera “Tus pecados te son perdonados”.