"Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado." (Isaías 26:3)
A principios del siglo XX, el psiquiatra Carl Gustav Jung afirmó que "El hombre no puede soportar una vida sin sentido". Hoy en día, a pesar de todo lo que la sociedad ha cambiado, la frase de Jung sigue describiendo uno de los grandes problemas del ser humano.
¿Que da sentido a tu vida? ¿El trabajo? ¿El dinero? ¿Las fiestas? ¿El amor? Todas esas cosas pueden desaparecer de un momento a otro. Una crisis puede dejarnos sin trabajo, los bancos quiebran, la salud puede desaparecer y, por desgracia, los seres queridos pueden morir. Y cuando eso ocurre y aquello que daba sentido a nuestra vida desaparece ... ¿Que podemos hacer? Nos damos cuenta de lo frágil y corta que es la vida.
Y sin embargo, a lo mejor ha oido decir a algún amigo cristiano que es Dios el que da sentido a su vida ¿De que está hablando al decir eso? Porque es evidente que los cristianos pasan por las mismas dificultades que aquellos que no creen. La diferencia es que los cristianos tienen la certeza de que "a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien" (Romanos 8: 28). Los cristianos sabemos que Dios tiene un plan para cada uno de nosotros y si confiamos en Él y permitimos que dirija nuestras vidas podremos entender por qué estamos en este mundo y qué nos tiene reservado. Para cada uno de sus hijos Dios tiene "pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis" (Jeremías 29: 11).
"Hazme oír por la mañana tu misericordia, porque en ti he confiado; hazme saber el camino por donde ande, porque a ti he elevado mi alma." (Salmo 143: 8)



