𝐋𝐀 𝐕𝐈𝐃𝐀 𝐄𝐒 𝐅𝐑𝐀𝐆𝐈𝐋
Un hombre que había quedado atrapado entre dos camiones salió ileso del accidente. Conmocionado por la gravedad y la velocidad con la que se produjo el accidente, dijo: «Podría haber muerto sin siquiera darme cuenta». A menudo los medios de información nos informan sobre noticias similares. Una explosión de gas, un coche que pierde el control, un árbol caído por el viento, ... Muchas personas pierden la vida súbitamente, «mueren en el acto», sin ni siquiera darse cuenta.
La Biblia nos recuerda la fragilidad de los seres humanos. “El hombre… sale como una flor y es cortado, y huye como la sombra y no permanece” (Job 14:1-2). Por eso nos invita a estar preparados para encontrarnos con Dios "Por tanto de esta manera te haré a ti, oh Israel; y porque te he de hacer esto, prepárate para venir al encuentro de tu Dios, oh Israel"(Amós 4:12). Mientras estemos vivos en la tierra, debemos preocuparnos por nuestra relación con él, después será demasiado tarde: “En el lugar que el árbol cayere, allí quedará” (Eclesiastés 11:3). La muerte nos coloca en una situación irreversible. Si no nos hemos preparado para encontrarnos con Dios, nos aleja de él eternamente; pero si hemos creído en él, nos permitirá entrar al cielo por toda la eternidad.
¿Está usted preparado? Es un tema demasiado importante para aplazarlo. Dios quiere que usted disfrute de su gracia; dentro de poco puede ser demasiado tarde.
“Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado… porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo” (Romanos 10:9-13).

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