Describir a Dios es ciertamente una tarea complicada. Podemos describir, citar más bien, algunas de sus características, podemos decir que El es omnisciente, que es todopoderoso, nos gusta mucho decir que Dios es amor.... y siendo todo eso verdad no resulta menos cierto que no podemos imaginar la plenitud de Dios entre otras razones porque "a Dios nadie le ha visto jamás" (Juan 1:18). Conocemos a Dios en la medida en la que El se nos revela.
En el libro de hechos podemos ver como Pablo, estando en Atenas, se encuentra con el problema de tratar de explicar quien es Dios a personas que son sumamente religiosas. Con sus palabras hace una de las descripciones más completas.
"Entonces Pablo, puesto en pie en medio del Areópago, dijo: Varones atenienses, en todo observo que sois muy religiosos; porque pasando y mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual estaba esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. Al que vosotros adoráis, pues, sin conocerle, es a quien yo os anuncio.
El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas. Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación; para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros." Hechos 17: 22-27
En cuatro versículos Pablo nos habla de un Dios todo poderoso, un Dios creador, pero sobre todo un Dios que no está lejos de cada uno de nosotros.

No hay comentarios:
Publicar un comentario