3 de marzo de 2023

Perez Reverte y la Biblia

Al laureado periodista y escritor miembro de la Real Academia Española, además de políticamente incorrecto y polémico, no se le puede negar que va siempre al fondo de los temas desde su visión de la vida. Usuario habitual de tuiter, le hicieron hace algunos años la siguiente pregunta: ¿Un libro que empezó a leer, no le convenció tras las primeras páginas y finalmente le encantó? La respuesta no podría ser  más clara y sencilla: “La Biblia”. Este pensamiento, aunque no se considera creyente, no es nuevo en el escritor. En varios de sus artículos mantiene esta misma idea. Les dejamos con unos párrafos de uno de ellos:

“La Biblia es una fuente extraordinaria de relatos, aventuras, batallas, traiciones, amores, emociones y simbolismos; materia de la que hace tres mil años viene nutriéndose el mundo civilizado y que inspiró a los más grandes filósofos y artistas de todas las épocas; literatura, música, pintura y cine incluidos. Nadie que busque lucidez e inteligencia, que quiera interpretar el mundo donde vive y morirá, puede pasar por alto la lectura, al menos una vez en la vida, del libro más famoso e influyente -para lo bueno y lo malo- de todos los tiempos. El Antiguo y el Nuevo Testamento, para unos historia sacra y revelación divina, y para otros llave maestra de cultura e ilustración, son imprescindibles para comprender cómo llegamos aquí, lo que fuimos y lo que somos. Compadezco a quien no tenga un Quijote y una Biblia en casa, aunque sólo sea para decorar un mueble y leer cuatro líneas de vez en cuando. Y quien sí sea lector, que calcule. Sólo la Biblia, releída una y otra vez, bastaría para colmar una vida entera. Y ojo. Insisto en que no se trata de religión, sino de cultura. La de verdad; no esa papilla desnatada, presuntamente educativa, impuesta por quienes legislan desde su cateta mediocridad."

ESPAÑA “SE EQUIVOCÓ DE DIOS”

En alguno de sus artículos, y en sendas entrevistas de "prime time" con Jordi Évole e Iñaki Gabilondo, respectivamente en La Sexta (Salvados, 2013), y Canal + (2014), Pérez Reverte defiende al “Dios de la Reforma protestante”, no tanto desde la perspectiva de la fe, sino desde el punto de vista de su influencia en la vida social, política, económica, y cultural.

Sigo creyendo que en el concilio de Trento España se equivocó de camino: mientras la Europa moderna apostaba por un Dios práctico, emprendedor, aquí fuimos rehenes de otro Dios reaccionario y siniestro, que nos hizo caminar en dirección opuesta al futuro.” “Lo más grave (en España) fue que la reacción contra el protestantismo, la Contrarreforma impulsada a partir de entonces por el concilio de Trento, aplastó al movimiento erasmista español: a los mejores intelectuales -como los hermanos Valdés, o Luis Vives-, en buena parte eclesiásticos que podríamos llamar progresistas, que fueron abrumados por el sector menos humanista y más reaccionario de la Iglesia triunfante, con la Inquisición como herramienta. Con el resultado de que en Trento los españoles metimos la pata hasta el corvejón. O, mejor dicho, nos equivocamos de Dios: en vez de uno progresista, con visión de futuro, que bendijese la prosperidad, la cultura, el trabajo y el comercio -cosa que hicieron los países del norte, y ahí los tienen hoy-, los españoles optamos por otro Dios con olor a sacristía, fanático, oscuro y reaccionario, al que, en ciertos aspectos, sufrimos todavía.

(Vía: Protestante digital)

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